El SENA empieza a respetar el Estado laico – Comunicado de Prensa
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Bogotá 07 de diciembre de 2016
La Asociación de Ateos de Bogotá y la Corporación Bogotana para el Avance de la Razón y el Laicismo (Bogotá Atea), recibimos con complacencia la decisión de la Corte Constitucional de fallar a favor de la demanda que exigía que la Iglesia católica no hiciera parte de la dirección de Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA).
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La razón por la que aplaudimos dicho fallo no está motivada porque queramos un estado ateo, o que se persigan y acaben las religiones, como tanto nos acusan los fundamentalistas en los púlpitos. No. Nuestro deseo es que se respete realmente la efectiva separación de la iglesia -cualquiera que esta sea- y el Estado, es decir, que se apliquen los principios de un estado laico, como la Constitución de 1991 lo plantea y como otros fallos de la corte lo ratifican.
¿Para qué sirve dicha separación en este caso? Para que los recursos del SENA, que empresarios y trabajadores pagan cada vez que reciben su sueldo, sean destinados al verdadero propósito misional de la institución, es decir, para impartir formación técnica y tecnológica de calidad que capacite a los colombianos para el trabajo, en vez de pagar sueldos a sacerdotes católicos, popes, rabinos, pastores o imanes de cualquier religión, ni para pagar sus ritos, ya sean misas, cultos, o procesiones.
El propósito de un estado laico es que no se privilegie ninguna religión, por mayoritaria que esta sea, y que, al mismo tiempo, se garantice el pluralismo y la diversidad. Así, si los estudiantes, profesores o administrativos del SENA desean practicar su religión, tienen el derecho a hacerlo, siempre y cuando dichas prácticas sean financiadas con fondos privados y en los lugares de culto privados que sus iglesias ofrecen.
Los recursos del SENA deben ser utilizados exclusivamente para los fines misionales y visionales de la institución. Las prácticas religiosas deben desarrollarse en el ámbito privado y no incidir de manera alguna en las prácticas académicas y laborales del sector público.
Esperamos que las demás instituciones públicas donde se viola la separación Estado-Iglesia de forma reiterativa tomen ejemplo y respeten el bienestar general, sin favoritismo alguno.
Cordialmente,
Asociación de Ateos de Bogotá – Corporación Bogotana para el Avance de la Razón y el Laicismo (Bogotá Atea)